Adoro a los bebés y me encanta la fotografía. Así que si combinamos los dos es lógico que me pusiera a tejer como una loca en cuanto supe el sexo de mi bebé. ¿Cómo podría inmortalizar los primeros días de mi pequeña?
Visité varias páginas de fotografía de recién nacido y me enamoré de los disfraces hechos a ganchillo. Son tan tiernos, tan suaves, tan adorables... Vi que mi velocidad con la aguja no iba a ser suficiente para tenerlo todo a tiempo (aunque tejía de jovencita, hacía años que había aparcado la aguja y me faltaba soltura) y le pedí ayuda a mi madre.
Entre las dos pudimos tener listos tres atuendos para la sesión fotográfica de mi bomboncito.
La sesión se llevó a cabo cuando tan solo tenía seis días y la realizó FotografiArt (os dejo el enlace a su blog). Y estoy muy contenta con el resultado. Muero de amor cada vez que entro a su habitación y las veo decorando las paredes.
No os puedo pasar los patrones de estos vestidos tan lindos porque están hechos a ojo, cogiendo ideas de aquí y de allá. Lo siento.
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